El pasado viernes 23 de agosto,
dentro del programa "Agosto cultural 2019", organizado por el
Ayuntamiento de Albendea, con la colaboración de la Asociación de jóvenes, don
Francisco Martínez del Olmo, cura párroco de Albendea, dirigió una vista guiada
a nuestra iglesia parroquial, dedicada a la advocación de la Asunción de la
Virgen María. Con un pequeño grupo de participantes, D. Paco mostró a los
diferentes elementos arquitectónicos del templo, su historia, las
modificaciones sufridas por el edificio a lo largo de los años y los materiales
de su fábrica.
Fue grande el interés mostrado por
conocer esta iglesia parroquial, incluso por algunos visitantes ajenos al
pueblo, que conocieron con detalle esta joya del patrimonio religioso y
cultural de Albendea. Destacó D. Paco el estilo arquitectónico de su fábrica,
encuadrado dentro del románico conquense, su retablo dedicado a la Asunción de
María, la capilla de los condes de Marañón, sin duda la más valiosa del templo,
y algunas muestras de su iconografía cristiana.
La iglesia de Nuestra Señora de la
Asunción de Albendea es un templo de origen tardorrománico, construido
posiblemente en el siglo XIII, con planta de cruz latina, aunque actualmente su
planta es rectangular, pues ha sufrido varias ampliaciones y reformas a lo
largo de los años. Está formada por tres naves, una central, que es la única que
se conserva de su construcción inicial, con un ábside semicircular
sobreelevado, orientado al Este, y dos naves laterales, que se unen a la
central por tres arcos ojivales cada una. A los pies de esta nave central, al
Oeste, se sitúa el coro, entre las dos entradas de la iglesia, una al Norte,
por la Plaza del Coso, y la otra al Sur, en la Plaza de la Placeta.
La fábrica de la iglesia se realizó
en aparejo de mampostería, rematada con sillares en las esquinas y algunos
contrafuertes que le dan cuerpo y consistencia. Todo el interior está revocado
y pintado de blanco, ocultando la fábrica de piedra, excepto el interior de los
arcos que separan las naves, en los que se aprecia buenos sillares. Destacan
del exterior su espadaña de estructura romanizante, con tres troneras, las dos
portadas que dan acceso al templo, dos estrechas ventanas en aspillera y una
inscripción que parece ser una especie de Crismón, situado cerca de una leyenda
que dice “Este olmo lo plantó Diego de Arrivas para adorno de esta santa iglesia,
a dos de abril año de 1709”.
Dentro del interior de la iglesia
podemos destacar el baptisterio, algunas pinturas de diverso valor, el retablo
del altar mayor y la capilla de los Condes de Marañón, con una bóveda de
crucería y un retablo dedicado a Nuestra Señora la Virgen de la Vega. Las
esculturas actuales son de escayola, por tanto de poco valor artístico,
exceptuando la representación de Jesús en su entrada en Jerusalén, que es una
obra de madera fabricada recientemente. Las tallas de madera originales de la
iglesia se quemaron durante la Guerra Civil española, de cuya quema quedan
restos en el suelo del templo.
El edificio fue declarado Bien de
Interés Cultural el 19 de febrero de 1992 por la Junta de Comunidades de
Castilla-La Mancha con categoría de Monumento, declaración que supone también
otorgarle la máxima protección que contempla nuestra Ley de Patrimonio
Histórico y que sólo alcanza a las muestras más significativas de nuestra
patrimonio histórico y cultural.
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