7 ene 2023

 LAS HERMANAS LARA PRESENTAN SU LIBRO "HISTORIA DE LAS GUERRAS DE RELIGIÓN" EN LA UNIVERSIDAD DE ALCALÁ

 HISTORIAS DEL 5 DE ENERO EN CUENCA

ENTREVISTA CON LAS HERMANAS MARÍA Y LAURA LARA MARTÍNEZ

 

Las Hermanas Lara Martínez durante la presentación de su libro Historia de las guerras de religión.

Lleva más de una década siguiendo la pista al cortejo de Sabios que adoró, hace más de dos milenios, al Niño Dios. Parte de esta andadura puede leerse en la novela de María "Memorias de Helena", segunda obra de la saga iniciada con "El velo de la promesa", título con el que ganó el Premio de Novela Histórica Ciudad de Valeria en 2011. También en sus ensayos "Brujas, magos e incrédulos en la España del Siglo de Oro" e "Ignacio y la Compañía", este último es el libro con el que ganó, en el otoño de 2015, con su hermana, la también profesora e historiadora Laura Lara, el Premio Algaba. Las obras se están difundiendo además, de en Europa, en América.

Según aseguran Laura y María Lara en el libro de ambas "Breviario de Historia de España" la investigación de la Epifanía nos traslada a un mundo encantado, no sólo el de los niños que, expectantes, aguardan la noche del 5 de enero para ver los juguetes, también el de los mayores, que recuerdan con sonrisa de resignación, o con entusiasmo, cómo eran aquellas décadas de posguerra en las que resultaba muy bien recibida una onza de chocolate, causando en el receptor una alegría incomparable a la de esta sociedad tecnológica.

En su último libro, Mentiras de la Historia de España, publicado en Espasa (Grupo Planeta) hace unas semanas, Laura y María Lara lanzan la pregunta de si era andaluz uno de los Magos. Con la colaboración de las Hermanas Lara, El Noticiario de Albendea rescata el palpitar de este día especial en la Historia de nuestra provincia.

–¿Desde cuándo se cree en los reyes magos?

Forman parte de la Historia Universal desde el mismo momento en que el nacimiento de Jesús, profetizado como el Mesías, marcó una nueva era en el rumbo de los tiempos. De ellos nos habla el Evangelio de san Mateo: expertos en el examen de las constelaciones, los eruditos caminaron, hacia Belén, en pos de una estrella; supieron esquivar al cruel Herodes, aunque casi cayeron en la amarga trampa que el gobernador de Judea, un títere envidioso y ávido de complacer a Roma, les tendió entre los surtidores del castillo.

La Biblia menciona a los "magos", en ninguna parte se indican sus nombres, ni que fuesen reyes, tampoco que fueran tres (número que posiblemente se deba a la cantidad de obsequios ofrecidos: oro, incienso y mirra, en tanto que Jesús es rey, dios y hombre). Otra leyenda asegura que, después de la resurrección de Cristo, el apóstol Tomás los halló en Saba. Fueron bautizados y consagrados obispos. Mártires en el año 70, los depositaron en el mismo sarcófago. La evidencia es que, el paso de las centurias, los ha popularizado como trío y, sin duda, como magos porque cada año realizan un largo y plural viaje movidos por la centelleante esperanza de la infancia.

–Entonces, ¿no siempre han sido tal cual los esperamos hoy? ¿Han cambiado mucho de aspecto?

Tardó en incluirse en el séquito a un negro. Así lo atestigua el arte bizantino pues, en el mosaico de San Apolinar de Rávena (siglo VI), son tres mayordomos con tez blanca. No obstante, en plena Edad Media nace la vinculación con tres razas y con tres edades diferentes. El arte moderno tuvo predilección por tal estampa, ahí están los cuadros de El Bosco, Durero, El Greco, Velázquez y Rubens.

–¿En qué fuentes ha bebido para describir su fisonomía y recorrido, cosa que ocurre en "Memorias de Helena"?

Aparte de este catálogo gráfico que constituye el arte, he consultado relatos de místicas. En dichos sueños, son retratados como seres de alcurnia, pero con una extrema humildad de corazón. No fue inmediata su visita al Nacimiento, sino cuando Jesús ya empezaba a dar los primeros pasos. De esta manera lo expone, en su visión, la italiana María Valtorta a principios del XX. La Virgen María y San José se quedaron asombrados al observarlos subir, con la escolta de pajes, las escaleras de la casa, dejando abajo caballos ricamente enjaezados... También al contemplarlos postrados de hinojos en reverente gesto ante el pesebre.

–¿Cómo llegaron sus restos a Occidente?

En el año 326 d.C., la emperatriz Helena, madre de Constantino, realizó el prodigioso viaje a Jerusalén, tenía 76 años, que no son comparables a los del siglo XXI. Gracias a su iniciativa, se emprendió la excavación arqueológica en el Gólgota. Además de los atributos de la Pasión de Jesucristo, trajo a Europa las reliquias de los Magos. Posteriormente, pasaron a Milán en el siglo XII con el titular del Sacro Imperio Romano Germánico Federico Barbarroja, que se las entregó al arzobispo de Colonia, Reinaldo de Dassel. Desde entonces los cuerpos de los Tres Reyes reposan en un arca de plata, atrayendo una corriente constante de peregrinos. Y, en España, es donde se festejan con mayor boato. Acendrado arraigo de la simpatía a estos personajes que, sin ser santos, suscitaron la primera obra de teatro en castellano, el "Auto de los Reyes Magos", primitiva pieza toledana, escrita también hacia el siglo XII y todavía representada en los colegios.

En el siglo XVI, el jesuita alcarreño Pedro Páez Jaramillo, el descubridor de las fuentes del Nilo azul, sostenía que, si un emperador quería garantizar la solera de su linaje, debía acudir a Etiopía a desposar a una dama descendiente de los Magos. Sólo le quedaba al caballero pensar cuál apellido escogía de las parentelas sabias -explica sonriente la escritora mostrando un mapa con el itinerario del periplo.

–¿Y qué nos puede contar de su huella en nuestra ciudad?

En Cuenca, la impronta gráfica de los Reyes está presente desde el mismo escudo pues, según la leyenda, fue en dicha jornada de 1177 cuando Alfonso VIII comenzó el asedio del núcleo musulmán. Nueve meses iniciados con la estrella y coronados, con esfuerzo y éxito, mediante el cáliz, el 21 de septiembre, en que "al despertar la alborada del Venerable Mateo, el pendón de la conquista vistió a los pinos de cielo" –condensa María Lara recitando uno de sus propios poemas.

Después, en el Siglo de Oro, los inquisidores que juzgaban las causas de hechizos ponían énfasis en diferenciar que no tenían nada que ver, en origen ni método, los astrólogos y brujos con los Magos que visitaron al Niño, si bien a todos ellos los unía el misterio y la auscultación de los cometas. Así lo he comprobado en legajos del Archivo Diocesano de Cuenca y en obras como el "Tesoro de la lengua castellana o española" (1611) de Sebastián de Covarrubias, canónigo de Cuenca. Uno de los medallones de la sala capitular de la Catedral muestra la adoración de los Santos Reyes, así como una hermosa tabla, de Fernando Yáñez de la Almedina, del siglo XVI, sitúa al visitante, en la capilla de los Caballeros, junto a la Virgen con el Niño, rodeada de los astrales emisarios.

 

“Mentiras de la historia de España”, un libro de gran éxito de las Hermanas María y Laura Lara Martínez, agotado en todas las distribuidoras (composición creada por Espasa exclusivamente para publicar con este artículo).

  
 –Nárrenos casos curiosos de la investigación etnográfica que ha desarrollado usted sobre esta fiesta entre niños conquenses de la posguerra.

Hay historias tristes, pero cargadas de añoranzas y, sin duda, auténticas en fundamento. Algo que se echa en falta hoy, cuando el 6 de enero por la tarde los contenedores están rebosantes de cajas y envoltorios de muñecas y coches que, apenas, causarán atracción durante un mes, pues la sociedad de consumo los desbancará pronto por otros artilugios.

En municipios del Campichuelo, como Ribatajada, los niños que vivieron la guerra civil rememoran cómo se alegraban al comprobar, en la mañana de la E-pifanía, que sobre sus zapatos (apostados con esmero en la puerta del dormitorio) había un puñado de nueces, una naranja, una onza de chocolate o unas castañas.

Era el ciclo de las abarcas heladas y desiertas que inmortalizara el poeta alicantino Miguel Hernández con vivencias previas al inicio, en 1936, de la lucha fratricida: "por el cinco de enero, para el seis, yo quería, que fuera el mundo entero una juguetería... Ningún rey coronado tuvo pie, tuvo gana para ver el calzado de mi pobre ventana".

He recopilado testimonios sobrecogedores. Un 5 de enero de finales de la década de los 40, a un alumno de Párvulos de Villaconejos de Trabaque su tía-abuela lo acompañó a recibir al famoso séquito, que habría de hacer su aparición por la carretera de Cañaveras. Así intentó la señora echar un capote a la madre pues, mientras realizaba las hacenderas del hogar, él andaba preguntándole incesantemente: "¿cuándo vienen, que cuándo vienen?". En esta mente infantil resultaba evidente el silogismo: si no entraban los dromedarios en el pueblo del mimbre, el regalo se demoraba... Al término, expuso la anciana que, seguramente, los soberanos se habrían quedado a dormir en Cañaveras.

Estas personas de 20 kilos de peso, desde los 5 años estaban preparadas para trabajar, bajo el sol o el frío intenso. A la par se hacían cargo de sus hermanos menores. No obstante, eran niños y la emoción residía en sus pupilas. En la Mancha, si la cosecha de la vendimia no había sido pagada, los padres hacían entender a los vástagos que tardarían en tener los obsequios.

Respuestas estremecedoras también para los adultos, obligados a agudizar el ingenio para no desvelar, ante la falta de pesetas, el misterio más largo jamás contado.

Me narraba el informante de Albendea que, como siempre se portaba bien, cada amanecer del 6 de enero estaba asociado en su casa con el chocolate a la taza. En Cañizares, en los años 60, ya los Magos repartían de vez en cuando carbón, pero más a modo de broma que como calificación, pues raras veces suplía el terrón a los juguetes (cacharritos de cocina, marionetas...).

También en Villaconejos, pero en los años 60, las amigas iban en grupo a esperar a los Reyes a las eras, pensaban que llegarían desde Madrid. Después, permanecían toda la noche entre el sobresalto de escuchar si se abría la puerta del balcón y el deseo de permanecer dormidas.

No faltaban ni en la Sierra, ni en la Alcarria, ni en la Mancha ni en la Manchuela el acarreo de agua en cubos para las cabalgaduras, la cebada y unas viandas, diversificadas en función de la solvencia económica del hogar (una copa de aguardiente, de moscatel o resoli, mantecados, alajú, cacahuetes, etc.), para que los Reyes y sus mozos repostaran energía.

La conformidad era el antídoto de la carestía, o de la sobriedad. Y la sorpresa el motor de todo el año. Un cinturón del Frente de Juventudes, una gorra, un babero, un aro, una baraja, un botijo, un cuento, un tebeo, lápices de colores, un coche de madera o una muñeca de trapo llenaban de satisfacción a los infantes. Todo en singular, 1, y sin embargo con un agradecimiento infinito.

Las Hermanas María y Laura Lara Martínez anunciando en las redes sociales la presentación de un nuevo libro.

 

–Y, ¿cómo se vive hoy?

A Huete, cuyo ferrocarril de la línea Valencia-Aranjuez resulta indisociable de la narración de la Historia Contemporánea de la provincia de Cuenca, Sus Majestades arribaron durante décadas en sus vagones pero, desde la supresión total en el verano de 2022 del tren convencional que tenía en Tarancón un nudo de comunicaciones importante, este 5 de enero tendrán que hacer su entrada en carroza de caballos. Por cierto, en Huete, en la portada del convento de Justinianas, o de El Cristo, se conserva uno de los más bellos altorrelieves de la adoración de los pastores, de factura renacentista y atribuido a Vandelvira.

En buena parte de los 238 pueblos de Cuenca, los Reyes culminan la Cabalgata del 5 de enero en la Iglesia del municipio, donde entregan a los niños parte de los presentes traídos desde Oriente. EN ALBENDEA HAY UN CUADRO DE LOS REYES MAGOS...

En Valverde de Júcar que, desde el 5 hasta el 10 de enero, celebra su Semana Grande en torno al Santo Niño, una tradición hilvanada con la Reconquista y una devoción que, desde nuestras laderas, pasó a Praga, Hispanoamérica, Filipinas..., recorriendo el planeta.

En este municipio con olor a pólvora, contiguo al pantano de Alarcón, los Magos se desplazan casa por casa, con la salvaguarda de las filas de las Compañías de Moros y Cristianos, a repartir obsequios a los niños. El 8 de enero por la mañana vienen a coincidir la teatralización de los Dichos, la procesión del Santo Niño y la Misa mayor.

Jornada de júbilo y añoranzas, aderezada por las consiguientes descargas de trabucos, la gastronomía tipica (el caldo denominado "moje") y sobre todo las aclamaciones de "¡Viva el Santo Niño!", con el definitivo abrazo entre los bicornios de cristiano viejo y los renovados turbantes de moro.

Una fake news relacionada con la Historia Antigua de España la protagonizó Benedicto XVI con su libro sobre la trilogía de Jesús de Nazaret. En "La infancia de Jesús", de 2012, de algún modo se recogía la tradición de que sus majestades provenían de Tartessos, una región que se situaba entre Huelva, Cádiz y Sevilla. Pero Tartessos no es el Tarsis bíblico, como explicamos en "Mentiras de la Historia de España". Paradójicamente el Papa emérito falleció el 31 de diciembre de 2022 y será enterrado el 5 de enero de 2023.


 

XIII RUTA DE LA LANA DE ALBENDEA