29 ago 2023

CASAS RURALES EN ALBENDEA

LA CASITA DEL 4 (ALBENDEA)

Después de muchos años sin disponer de ningún tipo de alojamiento en Albendea, Chumi y Nely han decidido instalar una casa rural, La Casita del 4, una casa de tres habitaciones con todos los servicios y comodidades. Está ubicada en la calle Lozanas número 2, una calle peatonal dentro del casco urbano, una casa con chimenea de leña con verdadero encanto, que a nadie que se aloje en ella quedará defraudado.

La Casita del 4 es punto de partida ideal para escuchar la berrea del venado en la cercana Serranía de Cuenca, para pescar la trucha y cazar el corzo o el jabalí. O simplemente para disfrutar de la naturaleza y el rico patrimonio del pueblo. También podremos desde Albendea recolectar el preciado níscalo, un hongo muy abundante en por los pinares cercanos.

Para hacer las reservas llama a Nely (699315500).

 








¿Pero qué podemos hacer o visitar en Albendea?

Albendea es uno de los pueblos más hermosos de La Alcarria conquense, muy cerca ya de la Serranía de Cuenca, donde el visitante encontrará unos hermosos parajes para disfrutar de la naturaleza en todo su esplendor. Destacamos el río Guadiela, su arteria hídrica principal, con parajes para el ocio, la pesca y diversos deportes náuticos, como el piragüismo. Hay que destacar el embalse de La Ruidera, siempre de aguas azulonas en las que se ve reflejado el cielo, que deleitan la vista de quien las mira, así como Cueva Tomás y sus alrededores, con área recreativa y playa fluvial. Es entorno privilegiado, por donde es fácil descubrir al corzo, ideal para el descanso y disfrutar de los trinos de los pajarillos, del aroma de los pinos y del sosiego y de la paz del campo.

En el paraje de Las Juntas se encuentra la unión del Guadiela con el Escabas, el otro río importante que atraviesa el término de Albendea, cuyo origen está en las cercanías del Parque de El Hosquillo, que se halla a menos de una hora desde el pueblo. En Las Juntas quedan los restos de un molino harinero, del que se conservan intactas las cuadras de las caballerías que llevaban el grano y retiraban la harina.

En ambos ríos abunda la trucha, por lo que los pescadores no se verán defraudados con sus capturas. También la caza mayor tiene en Albendea un auténtico paraíso, con el corzo y el jabalí como especies dominantes.

Albendea dependió de Huete tras la reconquista a los musulmanes, de la que se segregó en 1537 mediante un privilegio en pergamino, que se conserva en el Atuntamiento, concedido por el emperador Carlos V y su madre la reina Juana. Antes de ese periodo de la Edad Moderna, existen restos de un castro celtíbero en el Cerro del Castillo, por encima del río Escabas. Cerca se encuentra una necrópolis visigoda, en la que se hallaron unos pendientes de oro, expuestos en el Museo de Cuenca.

Cerca de este castro, en los límites del Monte Ardal, encontramos la Ermita Mausoleo de Llanes, cuyo origen está en un mausoleo romano del siglo IV de nuestra Era, vinculado a una suntuosa villa romana. Conserva un ábside y los restos de los muros, construidos en cal y canto, con algunos sillares y una bóveda de ladrillo, debajo de la cual se halla una cripta con planta de cruz griega, cuyos brazos se cubren con cuatro bóvedas de cañón de ladrillo revocado. Dada su importancia, el edificio fue declarado Bien de Interés Cultural en 2008 con categoría de zona arqueológica.

La otra joya cultural de Albendea es la iglesia parroquial de Nuestra Señora de la Asunción, un edificio declarado Bien de Interés Cultural en 1992 con categoría de monumento, que se encuentra actualmente en pleno proceso de restauración. Se trata de un templo de origen tardorrománico, posiblemente de principios del siglo XIII, que ha sufrido varias transformaciones desde su construcción. Tiene planta de tres naves, con ábside semicircular con ventana románica orientada al Este y coro a los pies, por encima del baptisterio. En la capilla de los condes de Marañón podremos deleitarnos con un maravilloso retablo fechado en el siglo XVI, que ha sido considerado por los expertos como uno de los más valiosos retablos renacentistas conservado en tierras conquenses. Con la actual restauración salieron a la luz unas antiguas almenas en su pared norte, que muestra sus orígenes como iglesia fortaleza. 

Al sur del municipio, compartiendo término con el del Villar del Infantado, también podemos encontrar un antiguo campo de aviación republicano, construido durante la última guerra civil española en una vasta llanura junto al curso del río Guadiela. Se conservan los restos de varios edificios y algunos refugios subterráneos, usados por los soldados republicanos para guarecerse de las inclemencias del tiempo y de la aviación enemiga.

Albendea celebra dos festividades anuales en honor de sus santos patrones: la de San Antonio de Padua, a mediados de junio, y la de Virgen de la Vega, a primeros de septiembre. En esta última festividad el Grupo de Danzas de música tradicional, con sus jóvenes componente, todas mujeres, ataviadas con sus trajes típicos, nos enseñan sus bailes del paloteo y de las cintas, siempre bajo la mirada atenta de Virgen de la Vega, patrona del pueblo. 

Desde Albendea, además, podemos hacer excursiones a numerosos puntos que nos van a cautivar por su increíble belleza, como el nacimiento del río Cuervo, a poco menos de una hora, la Ruta de las Caras de Buendía, la profunda sima de Villanueva de Alcorón, la Hoces de Priego y Beteta y al final de esta última la laguna de El Tobar y la mina romana de la Cueva del Hierro.

También Albendea es punto ideal de partida para la recolección de níscalos, un hongo muy apreciado y abundante en la provincia de Cuenca. El Pozuelo, Alcantud, Zahorejas, Vindel, Villanueva de Alcorón y el mismo término municipal de Albendea, en el Monte Ardal, son lugares en los que abunda esta apreciada seta.

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