EL PREGÓN POR LA PEÑA LA TRIBU
Buenas noches a todos,
amigos y amigas de Albendea, ¡albendenses! (que para eso es
nuestro gentilicio y no el que aparece en Wikipedia), familiares y visitantes
en general.
Hace unos días, la corporación municipal nos sorprendió,
pidiéndonos que fuésemos los encargados de abrir con un pregón la celebración
de los festejos, que en estos días dedicamos en honor a nuestra patrona, la
Virgen de la Vega.
Nos surgieron dos preguntas…
¿por qué nosotros? No sabemos hablar en púlpitos y nos van
más las distancias cortas, y la otra pregunta fue:
¿por qué no? Al fin y al cabo, somos unos más de Albendea,
unos de tantos, sin más pena, ni más gloria, pero sí hijos del pueblo, de lo cual
nos sentimos orgullosos.
Así que, ¡aquí estamos!
Damos las gracias a nuestra corporación municipal,
representada por Luís Ángel, Óscar, José Ramón, Loli y Benjamín; por acordarse
de nuestra peña, y dejarnos sentir el placer de ser los pregoneros de nuestro
pueblo, en este año 2015.
Es un orgullo y un honor ser heraldos en nuestro propio pueblo,
y, a su vez, una gran responsabilidad, por aquello de que nadie es profeta en
su tierra. Esperamos que disfrutéis de este breve pregón.
En primer lugar, queremos dirigir unas cálidas palabras para
nuestros mayores, y, para los que nos han dejado. Primero, porque tuvieron su
época de jóvenes y rememoran en nosotros aquellos tiempos pasados; y segundo,
porque dadas las condiciones laborales actuales, son una parte muy importante
en la educación y el sostén de todas nuestras jóvenes generaciones, un sentido
abrazo para todos vosotros.
En segundo lugar, una vez recordado a nuestros mayores,
queremos dirigirnos hacia los más pequeños, y, por ello, hacemos mención a las
autoridades locales, nuestro pueblo y, principalmente, a los padres. Creemos
que un pueblo sin escuela es como si le cortaran las alas de su futuro. La
escuela es un símbolo de la igualdad de oportunidades, y más, la escuela rural.
Terminamos esta primera parte con un deseo: que haya siempre
niños en el pueblo y que Albendea no vuelva a conocer nunca la tristeza de una
escuela cerrada.
En una ocasión oímos una frase, creemos que fue a Serrat, que
decía: cuando se habla de felicidad, siempre nos trasladamos a la niñez.
Niñez, que discurría entre renacuajos en la fuente vieja,
picias por doquier, largas noches de verano, baños en el Guadiela y carreras en
bici con algún que otro ‘estacazo’.
Adolescencia, que pasaba de los mayos a las mozas, y de las
mozas a las verbenas de nuestra alcarria y sierra, matanzas en diciembre, asaos
en los chozos, y un largo etcétera, hasta hoy en día.
Parece que llevaba razón Serrat, lo nuestro, sí que era
felicidad…
Se nos oía venir de lejos, con nuestro lenguaje particular,
eso sí, algo fuerte, con algún que otro juramento, y comiéndonos algunas letras
del comienzo o final de las palabras… pero nos entendíamos.
Además, tenemos joyas del lenguaje, como “chorra”, “copón”,
“aivaese”; y “pachasco”, el útil “ea”. Que parece hasta bonito.
¡”Pachasco” que no lo fuera, siendo de Albendea, “ea”!
Queremos hacer un llamamiento a toda la juventud del pueblo,
y la palabra juventud abarca hasta a los jubilados.
Y es que, la vida es la memoria del pueblo, la conciencia
colectiva de la continuidad histórica, y el modo de pensar y de vivir.
Por tanto, hemos de estar unidos y colaborar por el futuro de
nuestro pueblo.
Para concluir, como dice nuestra abuela Asunción, y para que
veáis que los de la Peña ‘La Tribu’ no somos tan malos:
Valdeolivas,
olivas;
Salmerón,
ajos;
Priego, los zarajos,
y Albendea, los buenos muchachos.
Muchas gracias por vuestro aguante y un caluroso abrazo para
todos.
¡Dan comienzo nuestras fiestas!
¡Viva la peña ‘La Tribu’!
¡Viva la Virgen de la Vega!
¡Viva Albendea!
FOTOFOTO
FOTOGRAFÍAS DE JUAN JOSÉ GARCÍA
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